29 de junio de 2018

La importancia del vínculo materno


(Información básica para comprender la relación madre-prosperidad, padre- abundancia)

Para que un árbol pueda dar frutos y flores debe aceptar, amorosamente, las raíces que lo sostienen.

Todos pertenecemos a un árbol genealógico cuya raíz principal tiene como base la relación con nuestra madre y padre. Sin embargo, la importancia de dicha relación, en la mayoría de ocasiones, es directamente proporcional a la complejidad de esta y a las tensiones que, de parte de hijos y de padres allí se manifiestan.

Independientemente de quien ha sido nuestra madre, más allá de la labor que ha llevado a cabo en nuestra vida, del amor, manifestado o no, el universo nos solicita reconocerla y tomarla INCONDICIONALMENTE como lo que es: la dadora de vida, el universo que cobijó nuestra existencia y nos dio a luz en este planeta.

En ocasiones pasamos de ser hijos a jueces, cuestionando su manera de ser, sus decisiones, minimizando su actuar y su poder para llevar y asumir su vida de la manera en que ella lo considere.

El no reconocimiento o la negación de la importancia de la figura materna en nuestra vida, afecta mucho más que la relación madre e hija, ocasionando ruido en nuestro propio ser femenino, en la relación con otras mujeres, con nuestro cuerpo, la confianza en nosotras mismas, evidenciándose incluso en temas de salud que afectan con frecuencia ovarios, senos, estómago y útero.

Más allá de esto, en Astrogenealogía, el no reconocimiento de la madre está relacionado con la PROSPERIDAD que recibimos, mientras que el del padre, está relacionado con la ABUNDANCIA. Así, en muchas ocasiones si tenemos obstáculos para prosperar o sentirnos abundantes, la respuesta no está en el trabajo que tenemos, la suerte en los negocios, o las deudas. La solución y respuesta se encuentran en si reconocemos, tomamos y honramos a nuestras figuras paternas o maternas como lo que son: nuestros dadores de vida.

Es importante aclarar que lo anterior, no necesariamente implica tener una buena relación con ellos. Hay muchos casos en los que esto se hace imposible. Lo que implica en realidad es un proceso interno consciente, en el cual se reconozca el papel que madre y padre jugaron para que estemos aquí. Ahora, si este reconocimiento puede realizarse con amor, es un paso más, ya que el amor es el inicio de la sanación de cualquier vínculo.

Muchas veces la relación con la madre empieza a ser compleja desde el período intrauterino, cuando este es vivido con miedo, rabia o rechazo. El momento del parto también es decisivo para lo que puede ser la relación madre-hijo. Sin embargo es importante mirar a nuestra madre con amor, desde el perdón y siendo lo suficientemente flexibles para pensar que si acaso, ella hubiera tenido ciertas herramientas para hacerlo mejor, si quizá sus circunstancias de vida hubieran sido otras, tal vez más sencillas y amorosas, con toda seguridad lo hubiera hecho.

¿Porqué ser parte de la oscuridad siendo luz? ¿Porqué ser parte de la herida siendo sanación? ¿Porqué rechazar si podemos abrazar? ¿Porqué gritar si podemos susurrar perdón? ¿Porqué minimizar si podemos honrar y reconocer?

¿Cómo podría un árbol dar frutos, si no abraza con amor las raíces que lo sostienen? Si deseás hacer fértil la tierra de tus ancestros, primero reconciliate con ellos, solo así esa tierra podrá dar frutos de plenitud, de prosperidad, de abundancia, convirtiéndose en un escenario de amor fraterno.

Nanci Puertas
Maestra de Reiki - Biodecodificadora
Namaste, Terapias Complementarias
Amenabar 1213 5to B
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