18 de junio de 2018

Qué entendemos por Resiliencia?


La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, una tragedia, una amenaza, o hasta fuentes de tensión significativa — como problemas familiares o de relaciones, problemas serios de salud o factores estresantes del trabajo o financieros. Significa “rebotar” como una bola o un resorte después de una experiencia difícil.

La resiliencia es un llamado a centrarse en cada individuo como alguien único, es enfatizar las potencialidades y los recursos personales que permiten enfrentar situaciones adversas para salir fortalecido, a pesar de estar expuesto a factores de riesgo.

¿Cómo enfrentamos eventos difíciles que cambian nuestra vida? ¿Cómo reaccionamos a eventos traumáticos como la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, una enfermedad difícil, una inundación u otras situaciones catastróficas?

A pesar de esto, generalmente, con el tiempo, logramos adaptarnos a estas situaciones que cambian dramáticamente nuestra vida y aumentan la tensión. ¿Qué nos permite adaptarnos? Es importante haber desarrollado resiliencia, un proceso que requiere tiempo y esfuerzo y que nos compromete a tomar una serie de pasos.

Ser resiliente no quiere decir que estemos exentos de experimentar dificultades o angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente esté lleno de obstáculos que afectan nuestro estado emocional. La resiliencia no es un rasgo que tenemos o no tenemos. Incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona...