3 de julio de 2018

Ejercicio de perdón


La curación solo puede realizarse en el momento en el que uno se perdona. Esta etapa tiene el poder de transformar no solo nuestro amor hacia nosotros mismos, sino también el corazón y la sangre en nuestro cuerpo físico.
Esta sangre nueva, reenergetizada por el influjo de este amor reencontrado, es como un bálsamo que circula por todo el cuerpo: a su paso transforma y rearmoniza las células. Aun cuando intelectualmente te resulte difícil creerlo, ¿Qué podés perder con probar?
Estas son las etapas del perdón verdadero, que han sido experimentadas por miles de personas con resultados extraordinarios:

1) Identificá tus emociones (Suele haber más de una). Tomá consciencia de la acusación que te hacés a vos mismo o que le hacés a otro y de lo que esta te hace sentir.

2) Asumí tu responsabilidad. Ser responsable es reconocer que siempre tenés la opción de reaccionar con amor o con miedo. ¿De qué tenés miedo? Date cuenta también de que tenés miedo de que te acusen de tener miedo.

3) Aceptá al otro y soltate. Para lograr soltarse y aceptar al otro, ponete en su lugar y sentí sus intenciones. Aceptá la idea de que la otra persona se acusa y te acusa probablemente de la misma cosa que vos. Ella tiene el mismo miedo.

4) Perdonate. Esta es la etapa más importante del perdón. Para realizarla, date el derecho de haber tenido y de tener todavía miedo, creencias, debilidades y límites, que te hacen sufrir y actuar. Aceptate tal y como sos ahora, sabiendo que es temporal.

5) Tené el deseo de expresar el perdón. A modo de preparación para la etapa seis, imaginate con la persona adecuada en el acto de pedirle perdón por haberla juzgado, criticado o condenado. Estarás listo para hacerlo cuando la idea de compartir tu experiencia con dicha persona te suscite un
sentimiento de alegría y liberación.

6) Andá a ver a la persona en cuestión. Expresale lo que has vivido y pedile perdón por haberla acusado o juzgado y por haber estado resentido con ella. Mencionale que la has perdonado solo si te lo pregunta.

7) Hacé el enlace imaginario con un cordón o una decisión ante uno de tus progenitores. Recordá un acontecimiento similar que ocurriera en tu pasado con una persona que representase a la autoridad: padre, madre, abuelos, maestro, etc. generalmente será del mismo sexo que la persona con la cual acabás de realizar el perdón. Volvé a efectuar todas las etapas con esta persona (la figura de autoridad).

Fuente: "Obedece a tu cuerpo, ¡Amate!" de Lisa Bourbeau.

Nanci Puertas
Maestra de Reiki ~ Biodecodificadora
Namaste, Terapias Complementarias.
Amenabar 1213 5to. B
341-155830570