12 de agosto de 2018

El maravilloso e incesante eco del universo


La culpa es el sentimiento más inútil y dañino que podemos sentir. La culpa implica que consciente o inconscientemente consideramos merecer un CASTIGO, por algo que sentimos, vivimos o hicimos.

Desde la premisa "Tus deseos son órdenes", el universo responde a tu inconsciente diciendo "Creés que mereces castigo? Aquí está". Es así como llega la enfermedad, las cosas que no fluyen, las pérdidas económicas, los robos, los accidentes y cientos de situaciones a las cuales no hallamos una explicación.

Desde enfermedades autoinmunes, cáncer, o robos hasta cortarnos con un cuchillo mientras cocinamos, son una respuesta del universo a nuestro sentimiento de culpa. Y NO, el universo NO nos quiere castigar, el universo NO castiga, solo responde a lo que llevamos dentro, es nuestro ECO SAGRADO, que no miente.

Todo lo que ocurre afuera tiene un origen en vos. Si sentís desamor, revisa si vos te amás. Si sentís que nadie te valora, preguntate ¿porqué no te valorás? Si sufrís un robo, preguntate ¿Qué me estoy robando a mi mismo? Si ves que nada fluye, si ves que la gente te juzga, que tenés pérdidas económicas o te enfermás constantemente, buscá el evento o situación por la que creés merecer ser castigado.

En la vida, es básico entender que la equivocación es un derecho de todos, es un camino de aprendizaje, no un camino para la flagelación eterna.

¿Quién te dijo que venías al mundo a ser perfecto? ¿Quién te dijo que tenés que complacer a todos? ¿Quién te dijo que la moral social y la aprobación están por encima de tu amor propio? ¿Quién te dijo que tus equivocaciones durarán toda la vida? ¿Por qué lo creíste y aún hoy lo seguís creyendo?

El perdón es la única solución a la culpa. El perdón es un deber porque es una bendición y merecemos bendiciones, sobre todo las que podamos darnos a nosotros mismos. Sólo perdonándonos logramos una vida plena, placentera y amorosa.

La enfermedad, como el desamor o las traiciones te muestran lo que tenés que sanar, lo que tenés que perdonar, lo que tenés que amar profundamente en vos. Son un Eco, el maravilloso e incesante Eco del universo. Cuando el Universo te devuelva amor en todas sus manifestaciones has llegado a tu verdadero centro.